lunes, 19 de abril de 2010

EL RECHAZO


No entiendo a los hombres!!!. Coquetean toda la noche contigo, te seducen, te hacen sentir que eres única….logran convencerte rápidamente (cosa no muy difícil a los treinta y tantos). Te miran con una cara muy coqueta…y si esa cara hablara probablemente diría “te deseo”. Te mira las piernas, los pechos, el cuello. Y al final, cuando estamos a punto de hacer la “transacción”, se arrepienten!!! Plop!!
Me fui con mi pandilla un fin de semana a la playa con el objetivo de descansar y liberar todo el trauma post terremoto, que en lo personal me alejó completamente de la vida social!!. En la noche fuimos a un bar muy rico, cerca de la playa y ahí conocimos a unos chiquillos bastante guapos y-lo mejor- de nuestra edad!!!.
Se acercaron y comencé a conversar con un moreno, alto. Era encantador, me coqueteó toda la noche hasta que por fin nos dimos un beso. Luego vino la romántica caminata por la playa; a pies descalzos a la orilla del mar. Con todos esos antecedentes preferí dejar pasar esa noche pensando que la próxima –y última– concretaríamos todo ese juego de seducción al que yo, ingenuamente, creé en mi súper fantástica cabecita.
Mi última noche, antes de ir al bar, nos arreglamos. Con mi pandilla bromeábamos sobre el tamaño de su miembro, cómo sería en la cama y todas las bromas y sugerencias que sólo se nos ocurre cuando llevamos dos ron colas en el cuerpo.
Llegamos al bar y ahí estaba él. Me saludó y me dijo que estaba muy guapa, a lo que le respondí que él también lo estaba. Nos tomamos un par de tragos más cuando él me dice que vayamos al otro lado. Guau!! Qué rápido!!... Así me gustan, bien decididos!!!...eso pensé.
La cosa es que, nuevamente, salimos a caminar, nos dimos besos y más besos… y como que me empecé a desesperar con tanto romanticismo barato….No era para tanto!!. Eran las dos y media de la mañana, así que le pregunté directamente si nos íbamos a su cabaña o la mía. Me miró con tal impresión que quedé confundida y le pregunté si íbamos a tirar…en realidad la palabra que ocupé fue “irnos a la cama” (demasiado siútico!!) El me dijo que NOOOOO. Que le gustaba, pero no tuvo jamás en su cabeza pasar la noche juntos.
Me pregunto, quién fue el que entendió mal el mensaje?, quién lo entregó de manera errónea?. ..Y una que piensa que ellos están “siempre listos”…es mi generación?, o sólo fue una mala experiencia?.
Lo que hice finalmente con el sujeto en cuestión fue despedirme y correr hasta desaparecer!!! Todo mal!!!